viernes, 31 de agosto de 2007

Percy Bysshe Shelley, romántica belleza


Debo confesar que conocía a Mary Shelley y a su bien difundida obra Frankenstein, pero no hace mucho empecé a revisar la obra de su esposo y auténtico dueño de tan insigne apellido: Percy Bysshe Shelley, uno de los poetas de lengua inglesa más exquisitos que haya leído, promete deslumbrar a quien se atreva a sumergirse en la dócil marea de su lírica.

Nacido en Sussex, Reino Unido, en 1792, fue uno de los representantes más destacados del Romanticismo en su país. Fue un poeta poco convencional y no muy entendido en su época; sin embargo, se convirtió en una figura de renombre y en un referente para siguientes generaciones de poetas como Robert Browning, Alfred Tennyson y William Butler (a quien pronto dedicaré una reseña también), así como otras destacadas personalidades como Karl Marx, Bertrand Russell o Bernard Shaw, quienes supieron apreciar su extraordinario trabajo y técnica.

A los 18 años publicó Zastrozzi, una novela gótica en la que dio a conocer su visión ateísta del mundo y que lo caracterizaría en gran parte de su producción. Poemas representativos y de gran calibre son Alastor, Prometheus Unbound, Ozymandias, que comparten muchos puntos en común y, en especial, sirven de influencia para otros genios como Lord Byron o John Keats.

Su vida estuvo plagada de excesos, fue un mujeriego empedernido desde joven; pero también sufrió trágicos sucesos como el suicidio de su cuñada, o la muerte de su ex esposa, Harriet, ahogada , víctima al parecer, de suicidio también; todo esta funesta serie de sucesos terminaría con su propia muerte: mientras navegaba en bote, se ahogó, hecho aún no esclarecido, que aparenta ser accidental, pero que muchos apuntan como suicidio o, incluso, como asesinato. Esta última teoría reforzada por dos disparos que estuvieron a punto de quitarle la vida días antes de su deceso a la edad de 29 años.

Como sucedió con muchos otros artistas, su vida acelerada no fue detrimento para la espectacular magia de sus escritos, en los cuales se aprecia técnica e intelectualidad, pero principalmente, belleza en la lírica, versos sorprendentes y un sentido de la estética que hace aflorar en forma fascinante los sentimientos.

Aquí un ejemplo de su obra:

A Lament

O World! O life! O time!

On whose last steps I climb,

Trembling at that where I had stood before;

When will return the glory of your prime?

No more -- oh, never more!


Out of the day and night

A joy has taken flight;

Fresh spring, and summer, and winter hoar,

Move my faint heart with grief, but with delight

No more -- oh, never more!

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Alastor (oda de 720 versos)

Otros poemas

jueves, 30 de agosto de 2007

Manuel Domingo Pantigoso - Ultraorbicismo Holístico

Vida, cromatismo y ritmo del arte en un notable pintor


Manuel Domingo Pantigoso (1901-1991) el pintor arequipeño; pinta en Cuzco, Lima y Europa. Amigo de escritores y poetas antes que pintores, transcribió al óleo los versos. Fue un autodidacta y con un tenaz trabajo y vigoroso genio, triunfó en La Paz, Montevideo, Buenos Aires y París. Y ahora y para siempre, en el Perú. Se trata de un pintor independiente, vale decir individual y único. No tuvo maestros ni discípulos directos. Su auténtica creación permanece, por encima de épocas y tendencias, para el goce estético de todo aquel, que en el arte halle un propósito en la vida.

En cuanto comencé a sentir el encanto y la belleza de la naturaleza-casi un niño-ya no soltaría el papel y los colores de la acuarela. Las mañanitas de sol eran mi preferencia; las tardes con el sol dorado y rojo. El amarillo fue y es mi color. Luego llego la témpera y el óleo, pero mientras los delicados tonos inundaban la acuarela, en el óleo encontré lo violento, todas las audacias. Los contrastes eran y son mis aliados. En el óleo siempre gusté de los grandes espacios: lo mural pero simple, sintético, pocas figuras para no perder la belleza del conjunto y para estar por encima de lo anecdótico. M.D.P

La pintura de Manuel Domingo Pantigoso es representativa de la alta estirpe artística que privilegia al mundo de la creación pictórica. Su pasión, originada en su infancia a manera de un deslumbramiento y una revelación, lo acompañará como un ángel los largos noventa años de su vida. Preeminentemente visual, su don sin embargo, despierta en él los ecos armónicos de la música en sus colores, la ciencia en su perceptiva observación de la naturaleza y la clarividencia en su culto a la luz, como un vértigo expresado en la espiral de oro que se desprende de su corazón de hombre a lo universal. Visión expresada en sus códigos personales y en su adhesión a las propuestas ultraórbicas. Imposible, no obstante, encasillar al artista en los preceptos ideológicos con los que su pintura coincide. Su alma responde primigeniamente a sus raíces, precediendo a las elaboraciones culturales en torno a su creación.

Con la incomparable pasión de un autodidacta, Manuel Domingo Pantigoso, ha de recoger en su peregrinaje al sur del continente y a Europa los ecos imperecederos de los grandes hombres afines a su espíritu. Cristo, Moisés, Miguel Ángel, Beethoven, se ven retratados en sus lienzos junto a las nobles imágenes de la negritud en la ciudad de Lima, intercalados en el tiempo alrededor del cenit de su inspiración en el altiplano.

En su pintura de temática variada y en su estética innovadora, este gran creador de visiones inagotables formaliza las categorías míticas y rituales del “ultraorbicismo” en la vida y el arte. Esta vanguardia indianista o andinista, independiente del indigenismo, surgió en las primeras décadas del siglo XX, para expresar el esencial enlace del ser del hombre con la retroactividad del cosmos. Unificando y estilizando armoniosamente lo nacional y lo universal, lo natural y lo humano, lo estático y lo dinámico, la visualidad y el ensimismamiento, lo decorativo antiguo y lo gráfico moderno, su obra amalgama lo más hondo del carácter holístico, metafísico y circular de la cosmovisión andina, con la expresión vital y la síntesis sugestiva y trascendente de los elementos pictóricos, en especial los espaciales y cromáticos. En la raíz y estructura de su estilo inconfundible, Pantigoso, “El poeta del color”, une en el pincel y la luz que lo sustenta, el clima, el carácter psicológico, la visión y el sentimiento de su pensamiento artístico, agitado por un ritmo y timbres delicados, que se unen al unísono.

La universidad Ricardo Palma y el museo Pedro de Osma rinden homenaje a Manuel Domingo Pantigoso. La exposición en el centro cultural Ccori Wasi (Miraflores) será hasta el nueve de septiembre. A continuación algo de la muestra tomada por mi propio lente.




Hierro 3


“No es fácil discernir si el mundo en el que vivimos es sueño o realidad.”

Bin Jip, Hierro 3 o El laberinto de la pasión, llámesele como quiera, cinta del 2004 del coreano Kim Ki Duk es auténticamente una obra maestra, y una de las mejores producciones, si no la mejor, que han llegado este año a nuestra habitualmente adolecida cartelera limeña.

Narra la historia de un joven que ingresa a hogares vacíos de su ciudad, en una especie de afición o fetiche, y descansa, se ducha, come, y a la vez, lava la ropa de las personas que la habitan, repara cualquier cosa que esté averiada y para recordar cada una de sus incursiones se fotografía al lado de adornos o retratos familiares. Todo esto, sin robar un solo objeto ni dañar en lo más mínimo la integridad de la vivienda.

Es en una de estas casas en que, sin percatarse de estar acompañado, se cruzaría con una mujer víctima del maltrato de su esposo. Después de varios minutos, da cuenta de su presencia, momento en el cual comenzaría una relación extraña, con él tratando de ayudarla, y ella buscando escapar de su infernal realidad, siguiéndolo en sus aventuras de invasión de domicilio.

Pronto, una entrañable historia de amor surgirá de esta relación, en la que no existen diálogos, sino que las miradas, los gestos, las acciones y hasta los propios silencios sirven para transmitir lo que cada uno siente. En medio de esta lacónica vorágine, ambos se verán inmiscuidos en diversos problemas, que van desde el abusivo esposo de la protagonista, hasta enredos policiales, que impregnan el dolor y el sufrimiento a los personajes.

Las alegorías al sigilo, al hecho de vivir a espaldas de alguien, se muestran por doquier en la cinta: Él entrando sin que nadie lo note, a casas extrañas, ella recibiéndolo en hogar y observándolo, siendo cómplice de su juego, la ausencia de diálogos en lo que supone un magnífico acierto de parte del director; estos detalles son los que nos van llevando a la cúspide del filme, la última parte, un final inmejorable para tal maravilla de trabajo.

Son característicos en el cine oriental, la depurada fotografía, la tranquilidad, y escenas hermosas y memorables que cautivan a uno durante toda la proyección. No cabe duda que se trata de una película típica de amor, pero que no cae en lo excesivamente sentimentalista, lo grotesco ni lo ridículo, sino más bien, en el aspecto más puro, transparente y bello de las relaciones humanas.

Otra prueba de que, actualmente, el lejano continente asiático es el poseedor del cine más sorprendente y perfeccionista. Una espectacular obra, de las que raramente llegan a nuestra ciudad y que por esa misma razón, no se debe dejar pasar.

viernes, 24 de agosto de 2007

Lewis Carrol: Poesía Arcana




Fantasmagoria


CANTO I

LA CITA

Una noche de invierno, a las nueve y media, helado, cansado, enfadado y sucio de barro, llegué a casa, demasiado tarde para comer, aunque la cena, los puros y el vino me esperaban en el estudio.

Una novedad había en la habitación y algo blanco y ondulante permanecía a mi lado en la penumbra. Pensé que era la escoba de la alfombra que la descuidada doncella había dejado allí.

Pero de repente esa cosa empezó a temblar y estornudar. Ante lo cual yo dije: "¡Vamos, vamos, amigo! No es muy considerada esa actitud. ¡Por favor, no hagas tanto ruido!"

"Me he constipado", dijo la cosa, "ahí fuera durante el aterrizaje." Me volví sorprendido y allí, frente a mis ojos, ¡me encontré un pequeño fantasma!

Cuando le reprendí, tembló de pies a cabeza y se escondió detrás de una silla "¿Cómo has llegado hasta aquí?", dije. "¿Por qué has venido?" Nunca vi nada tan tímido. "¡Sal de ahí! ¡Deja de temblar!"

Dijo: "Encantado le diré cómo y también por qué he venido. Pero..." (entonces se inclinó levemente). "Ahora está usted de tan mal humor que pensará que todo es mentira."

"Y en cuanto a lo de estar asustado, permítame observar que los fantasmas tenemos el mismo derecho, en todos los aspectos., a temer a la luz igual que los humanos teméis a la oscuridad."

"Ningún pretexto", dije, "puede excusar la cobardía que he observado en ti. Porque los fantasmas podéis visitarnos cuando queréis, mientras que los humanos no podemos rechazar la visita."

Respondió: "Alarmarse es algo natural, ¿no es así? Realmente yo temí que usted quisiera hacerme daño. Pero, ahora que veo que se ha calmado, deje que le explique mi visita.

"Las casas están clasificadas, tengo el honor de decirle, según el número de fantasmas que albergan. (El inquilino apenas cuenta como carga , junto con el carbón y otros trastos.

Ésta es la casa de 'un solo fantasma', y cuando usted llegó el pasado verano, podía haber advertido la presencia de un espectro que estaba haciendo todo lo que hacen los fantasmas para dar la bienvenida a un recién llegado.

Esto siempre se hace en las villas... no importa a cuánto ascienda el alquiler, porque, aunque desde luego es menos divertido que sólo haya sitio para uno, los fantasmas tenemos que acceder.
Ese espectro le dejó el día tres... y desde entonces usted no ha sido visitado, ya que él nunca nos dijo una palabra, sino que, accidentalmente, oímos que aquí alguien se necesitaba.

Por derecho, los espectros eligen los primeros, a la hora de cubrir una vacante. Luego, los fantasmas, los elfos, las hadas y los duendes... Y si todos éstos fallan, se invita al espíritu necrófago más simpático que se encuentre.

Los espectros dijeron que el lugar era humilde y que usted guardaba un vino muy malo. Así que tuvo que venir un fantasma y, como yo era el primero, ya sabe, no pude negarme."

"Sin duda", dije, "eligieron al mejor que podían enviar, ¡Aunque elegir a un mocoso como tú para visitar a un hombre de cuarenta y dos, no ha sido un gran detalle!"

"No soy tan joven, señor", contestó, "como usted piensa. El hecho es que en cavernas al lado del mar y en otros lugares, que me ha tocado probar, he adquirido una gran experiencia.

Pero hasta ahora nunca he formado parte estrictamente de una casa, y con las prisas olvidé las Cinco Normas Básicas de la Etiqueta que de memoria debernos conocer.

Mis sentimientos pronto aceptaron al pequeño individuo. Éste estaba absolutamente espantado por haber, por fin encontrado un humano y parecía muy asustado y acobardado.

"¡Por fin", dije, "estoy contento de haber descubierto que los fantasmas no son mudos ! Pero, por favor, siéntate. Quizá te apetezca (si, como yo no has cenado) tomar un bocado.

Aunque, ciertamente, no pareces algo a lo que pueda ofrecerse comida. Y luego me encantará escuchar..., si me las dices alto y claro..., las normas a las que tú aludías."

¡Gracias las oirás luego más tarde. Esto sí que ha sido suerte!." "¿Qué puedo ofrecerte?", dije. "Bueno, ya que es usted tan amable, probaré un poco de pato.

¡Una tajada! ¿Y podría pedirle otra gotita de salsa?" Me senté y le miré asombrado, porque realmente nunca había visto una cosa tan blanca y ondulante.

Y todavía parecía hacerse más blanco, más vaporoso y más ondulante..., visto en la borrosa y parpadeante luz, mientras recitaba sus "Máximas de Comportamiento".


CANTO II
LAS CINCO NORMAS

"La primera, pero no suponga usted", dijo, "que estoy poniéndole una adivinanza... Es,..., si la víctima estuviese en la cama, no toques las cortinas de la cabecera, sino que usa las del medio.

Muévelas despacio de dentro a fuera, mientras las separas, y en un minuto, sin duda, levantará la cabeza y mirará alrededor con ojos llenos de ira y temor.

En ese momento tú no debes, bajo ningún concepto, hacer la primera observación. Espera que la víctima empiece. Ya que ningún fantasma con sentido común empieza una conversación.

Si dijera: '¿Cómo has llegado hasta aquí?' (Cómo usted empezó, señor), en tal caso, tu opción es clara: '¡A la espalda de un murciélago, querido!', es la respuesta apropiada.

Si tras eso no dice nada, será mejor que reduzcas tus esfuerzos... Vete y sacude la puerta y si entonces empieza a roncar, sabrás que todo ha sido en vano.

Por el día, si está solo... en la casa o de paseo.. simplemente da un profundo gemido, para indicar la clase de tono en el que tú deseas hablar
Pero si le encuentras con sus amigos, el asunto es más difícil.
En tal caso el éxito depende de recoger algunos cabos de vela, o mantequilla de la despensa.
Con esto te debes hacer un tobogán (funciona mejor con sebo), sobre el que tú te debes deslizar para moverte de un lado a otro... Pronto se aprende a hacerlo.

La segunda nos dice lo que es correcto en citas ceremoniosas: 'Primero enciende una luz azul o carmesí' (algo que yo casi olvidé esta noche) 'luego, araña las puertas o las paredes'."

Dije: "Tú no volverías aquí nunca más, si hubieras puesto a prueba a este sujeto. Yo no tengo hogueras en el suelo... ¡y, en cuanto a lo de arañar la puerta, me gustaría que lo hubieses intentado!"

"La tercera se escribió para proteger los intereses de la víctima, y nos dice, según la recuerdo: Tratadle con profundo respeto , y no le contradigáis."
"Esto es claro", dije yo, "como el agua para cualquier entendimiento.
Sólo desearía que algunos fantasmas que he conocido no olvidasen constantemente la máxima a la que tú te has referido." "Quizá", dijo, "fue usted el primero que transgredió las leyes de la hospitalidad.
Todos los fantasmas por instinto detestan al humano que no trata a su invitado con la debida cordialidad. Si te diriges a un fantasma como '¡Cosa!' o le golpeas con un hacha, el rey permite olvidar toda conversación formal... ¡Asegúrese de entenderlo!

La cuarta prohibe entrar donde otros fantasmas están acuartelados. Y aquellos condenados por esto (a no ser que por el rey sean perdonados) deben inmediatamente ser castigados.
Esto simplemente significa 'ser cortados en pedacitos'. Los fantasmas pronto se unen de nuevo y el proceso no duele casi nada... No más que cuando a usted 'le ponen por los suelos' en una revista.

La quinta, usted preferirá que la cite íntegramente: El rey recibirá tratamiento de 'señor' de un simple cortesano, es lo que exige la ley:
Pero, si uno desea hacer las cosas con mayor formalidad, diríjase a él como 'Mi Rey Duende' y siempre utilice al responder. la frase 'Su blancura Real'

Me estoy quedando bastante ronco, me temo, de tanto recitar. Así que, si no tiene usted inconveniente, querido, tomaré un vaso de cerveza amarga... Creo que tiene un aspecto tentador."

CANTO III
ESCARAMUZAS

"¿Y pudiste realmente andar", dije yo, "en una noche tan espantosa? Siempre me imaginé que los fantasmas volaban... si no exactamente por el cielo, al menos a una altura regular."

"Está bien". dijo él, "para los reyes elevarse sobre la tierra Pero los fantasmas a menudo pensarnos que las alas, como otras muchas cosas agradables. cuestan más de lo que podemos obtener.

Los espectros, desde luego, son ricos y por eso pueden comprárselas a los elfos. Pero nosotros preferimos mantenemos debajo. Son unos compañeros estúpidos, sabes, excepto para ellos mismos.

Porque, aunque aseguran que no son Orgullosos, tratan a los fantasmas con algo más que desprecio. Igual que ningún pavo nunca ha pensado en tan siquiera mirar a un gallo."

"Parecen demasiado orgullosos", dije yo, "para venir a una casa como la mía. Di, ¿cómo consiguieron descubrir tan rápidamente que 'el sitio era humilde' y que 'yo guardaba un vino malo'?"

"El inspector Kobold vino aquí...", empezó el pequeño fantasma. En ese punto, le interrumpí: "¿El inspector qué? Inspeccionar fantasmas es nuevo para mí, ¡explícate, amigo!"

"Se llama Kobold", dijo mi invitado. "Uno de la clase de los espectros. A menudo le verás vestido con una bata amarilla, un chaleco carmesí y un gorro de dormir con un ribete.

Primero probó la casa Brocken, pero cogió una especie de resfriado; así que vino a Inglaterra a ser cuidado y aquí tomó la forma de sed, de la que todavía se queja.

El vino de Oporto, dice, cuando es rico y está sano, calienta sus huesos como el néctar. Y como las posadas, donde siempre se le encuentra, son su lugar especial de trabajo, le llamamos el Espectro–Posadero."

Yo soporté... como un hombre... ¡Su atormentadora agudeza! Y no había nada más dulce que mi carácter, hasta que el fantasma empezó a hacer sus críticas con dureza.

"No debe consentirse derrochar a las cocineras, y a pesar de eso será mejor que se las enseñe a que los platos tengan algún sabor. Dígame ¿por que siempre se dejan las vinagreras donde nadie puede alcanzaras.

¡Este hombre nunca se ganará la vida como camarero! ¿Se supone que esa cosa tan rara quema? (Es un asunto demasiado deprimente para llamar. a un mediador.

El pato estaba tierno pero los guisantes eran más que viejos. Y sólo recuerde, si no le importa, la próxima vez que tenga usted queso tostado no permita que lo dejen que se enfríe.
Creo que podría mejorar el pan usando harina mejor.
Y ¿tiene usted algo para beber que se parezca un poco .menos a la tinta. y que no tenga este agrio sabor?" Luego, mirando con curiosidad alrededor, exclamó: "¡Dios mío!"' y siguió criticando... "Su habitación no tiene un tamaño apropiado.
No es ni cómoda ni espaciosa
Esa ventana tan estrecha creo que sólo sirve para dejar que entre el polvo.." "Pero, por favor", dije yo, "creo recordar que fue diseñada por un arquitecto que confiaba en Ruskin."

"¡Señor, me da igual quién fues o en quién confiaba! ¡Construida de cualquier manera, aseguro que nunca vi un trabajo peor, como que soy un espectro viviente!

"¡Qué puro tan enorme! ¿Cuánto cuesta una docena?" Yo gruñí: "¡No importa cuánto cuesta! Está usted adquiriendo demasiada confianza, ¡parece usted mi primo!

¡Esto es algo que no puedo soportar, así de claro se lo digo!" "¡Ajá!", dijo él. "¡Nos creemos importantes!" (Mientras, cogía una botella.) "¡Pronto arreglaremos eso!"

Y entonces él tomó una decisión y alegremente gritó: "¡Ahí va!" Yo traté de apartarme conforme se aproximaba, pero por alguna razón me dio igual, porque la botella golpeó, exactamente, en mi nariz.

Y no recuerdo nada más con claridad, sólo sé que desperté en el suelo repitiendo: "Dos más cinco son cuatro y cinco más dos son seis.

Nunca he sabido lo que pasó ni tampoco lo he averiguado: Sólo sé que, cuando al fin el sentido recobré, la lámpara, abandonada, brillaba vagamente... y el fuego se estaba extinguiendo...

A través de la oscuridad me pareció ver algo que, con sonrisa afectada, me estaba dando, según descubrí, una lección de biografía, como si yo fuese un niño.

CANTO IV
SU EDUCACIÓN

";Oh, cuando yo era pequeño, éramos muy felices! Cada uno se sentaba en su lugar favorito, chupábamos y mordíamos las tostadas con mantequilla que nos daban a la hora del té."

"Ese cuento ya existía!", dije yo. "No digas que no porque es tan conocido como la Guía de Bradshaw!" (El fantasma, nervioso, respondió que él no lo sabía.)

"¿No está en Las Poesías Infantiles? Incluso casi creo que es así: 'Tres pequeños fantasmas estaban sentados en su sitio, ¿sabes?, y comían 'tostadas con mantequilla'.

Tengo el libro, así que si tienes alguna duda..." me volví para buscarlo en el estante. "¡No revuelvas!", gritó. "Nos apañaremos sin él. Ahora lo recuerdo todo. Yo mismo lo escribí.

Salió en una publicación mensual o, al menos, eso dijo mi agente. Un personaje de la literatura, que lo vio, pensaba que era bueno para la revista que él editaba.

Mi padre fue un duende, señor, y mi madre era un hada. A ella se le ocurrió que los niños seríamos más felices si a discrepar nos enseñaban.

Esta idea pronto se convirtió en manía y, una vez puesta en práctica, ella nos educó de diferentes formas... Uno fue un duendecillo, dos fueron hadas y otra un hada mala.

La Aparición y el Kelpie fueron a la escuela y allí causaron muchos problemas. Luego venían un duende y un espíritu necrófago, y después dos gnomos (que rompieron la norma), un duende y un doble...

"('Si esa caja del estante es de rape', añadió con un bostezo, 'tomaré un poco')... Luego vino un elfo, después un fantasma (que soy yo) y, por último, un gnomo irlandés.

Un día algunos espectros por casualidad llamaron, vestidos con el blanco habitual. Me quedé allí y los observé en el vestíbulo. Y no pude distinguirlos para nada, porque ofrecían una visión tan extraña...

Me preguntaba qué demonios eran los que parecían sólo una cabeza y un saco. Pero mi madre me dijo que no mirara y entonces ella me agarró del pelo y me dio un empujón en la espalda.
Desde entonces siempre he deseado haber nacido espectro. Pero ¿por qué motivo?" (dio un suspiro). "
Ellos son la nobleza de los fantasmas, y nos miran con desprecio."
"Mi vida de fantasma pronto empezó. Cuando apenas tenía seis años. salí con otro mayor... y al principio todo me pareció divertido y aprendí muchos trucos.

He visitado mazmorras, castillos., torres... Allí donde me enviaban, a menudo me sentaba y aullaba durante horas, calado hasta los huesos por torrenciales chaparrones, que caían sobre las almenas.

Ahora está bastante pasado de moda gemir cuando empiezas a hablar. Esto es lo más moderno en cuestión de tono..." Y en ese momento {se me erizó todo el cuerpo) dio un horrible chillido.
"Quizá". añadió, "para sus oídos esto parezca fácil. ¡Inténtelo querido! Aprender me costó algo más de un año de constante práctica.

Y cuando has aprendido a chillar. amigo, y aprendes el doble sollozo, te encuentras mas o menos donde empezaste: ¡Sólo intenta farfullar! ¡Eso es como un trabajo!

Yo he probado y sólo puedo decir que estoy seguro de que tú no podrías hacerlo, incluso aunque practicases noche y día, a no ser que tengas dones para ello e ingenio natural.

Shakespeare, creo, fue el que habló de fantasmas, en los tiempos antiguos, los cuales 'farfullaban en las calles de Roma', vestidos, si lo recuerdas, con sábanas... Debían pasar frío.
Yo a menudo he gastado diez libras en tejido para vestirme como un doble. Pero, aunque eso da importancia, nunca ha causado tanto efecto como para que merezca la pena el esfuerzo.

Largas facturas pronto apagaron el ansia que yo tenía por ser gracioso. Instalarse es siempre lo peor. El montón de cosas que uno quiere al principio, ¡debe hacerse con dinero!

Por ejemplo, una torre encantada, con calaveras, huesos y sábanas, luces azules para quemar (digamos) dos cada hora, lentes para condensar de fuerza superior y un juego de cadenas completo.

Todo esto junto con las cosas que uno debe alquilar..., el ajuste de la toga..., la comprobación de los fuegos de colores... ¡Hasta el mismo atuendo de cada uno agotaría la paciencia del mismísimo Job!

Y encima el tan fastidioso Comité de Casas Encantadas. ¡A menudo les he visto deshacerse en cumplidos con un fantasma, porque era francés, o ruso o incluso de la ciudad de Londres!
Algunos dialectos encuentran oposición... porque uno tiene acento irlandés, y en ese caso, por todo lo que debes hacer, te ofrecen una libra a la semana y ¡uno se encuentra entre la espada y la pared!"

CANTO V
LA DISCUSIÓN

"¿Y no consultan a las 'víctimas'?", dije. "Deberían, por derecho, darles una oportunidad... porque ya sabes, los gustos de la gente son tan diferentes, especialmente en cuestión de espíritus."

El fantasma sacudió la cabeza y sonrió. ¿Consultarles? ¡En absoluto! Sería para volverse loco, simplemente satisfacer a un niño. ¡No se acabaría nunca!"

"Desde luego, no podéis dejar a los niños libres", dije, "para elegir lo que quieran. Pero. en el caso de hombres como yo, creo que debería permitirse al 'anfitrión' dar su punto de vista."

Dijo: "No sería provechoso... La gente tiene tanta fantasía Nosotros sólo hacernos visitas de un día Y, si nos quedamos o nos vamos, depende de las circunstancias.

Y, aunque no consultemos al 'anfitrión' antes de que rolo esté dispuesto, si uno abandona su puesto a menudo, o si no es un fantasma educado, usted puede cambiarlo.

Pero si el anfitrión es un hombre como usted... quiero decir sensato, y si la casa no es demasiado nueva..." "Pero ¿qué tiene eso ", dije yo, "que ver con la comodidad de un fantasma?"
"Una casa nueva no sirve, ya sabe... Cuesta mucho trabajo prepararla. Pero después de veinte años más o menos, los zócalos se empiezan a caer, así que veinte es el máximo."

"Preparar" no es una palabra que yo recuerde haber oído. "Quizá", dije, "¿tenga la bondad de decirme qué significa exactamente esa palabra?"

"Significa que hay que aflojar todas las puertas", contestó el fantasma y se rió. "Implica taladrar montones de agujeros en todos los zócalos y suelos, para ahuecar todo de arriba a abajo.

A veces te encuentras con que uno o dos son suficientes para que el viento sople por toda la casa... Pero aquí hay mucho que hacer." Boquiabierto, murmuré: "¡Sin duda!"

"Como he llegado un poco tarde, supongo", añadí tratando (sin éxito) de sonreír, "que tu has estado ocupado todo este tiempo, preparando y arreglando."

"No", dijo. "Quizá debería haberme quedado otro poco..., pero ningún fantasma que se precie se habría atrevido a empezar sin antes una introducción.

Lo correcto, como usted llegaba tarde, habría sido marcharme Pero con los caminos en ese estado, obtuve el permiso del Caballero Alcalde para esperar media hora o un poco más."
"¿Quién es el Caballero Alcalde?". exclamé. En lugar de responder a mi pregunta, dijo: "Bueno, si no sabe usted eso , o bien nunca se va a la cama o tiene usted una magnifica digestión.

Él va de un sitio a otro y se sienta sobre la gente que cena mucho. Su obligación es pellizcarles y empujarles y estrujarles hasta que casi se ahogan." (Yo dije: "¡Les está bien empleado!")

"La gente que cena cosas como... murmuró, "huevos con panceta, langosta.... pato..., queso tostado.. si no reciben un terrible apretón. ¡Es que yo estoy totalmente equivocado!'
Es enormemente gordo y eso viene muy bien a su trabajo. De hecho, debéis saber que solíamos llamarle, hace años, ¡El Alcalde y la Corporación! '

El día en que le eligieron alcalde yo sabía que todos los espíritus querían votar por mí, pero no se atrevían... Él estaba tan frenético y desesperado como furioso y nervioso.

Cuando todo terminó, por capricho, corrió a decírselo al rey, y siendo todo lo contrario a delgado, una carrera de dos millas no era para él algo fácil de llevar a cabo.

Así que, para recompensarle por su carrera (como hacía un abrasante calor y él pesaba más de veinte piedras), el rey procedió, medio en broma, a nombrarle caballero en el acto."

"Se tomó mucha libertad!" (salté yo como un cohete). "Sólo lo hizo por amor a los juegos de palabras: '¡El hombre', dice Johnson, 'que hace juegos de palabras, roba los bolsillos!"'

"El rey", dijo él, "no es un hombre cualquiera." Yo discutí durante un rato e hice lo posible para demostrar esto... El fantasma simplemente escuchaba con una sonrisa desdeñosa.

Por fin, cuando el aliento y la paciencia se habían agotado y yo había recurrido al cigarro... "Su propósito", dijo, "es excelente, pero... cuando lo llama razonamiento... desde luego ¿no está bromeando?"

Picado por su mirada fría y sinuosa, me levanté finalmente para decir: "Por lo menos yo desafío a los más escépticos a que nieguen que la unión hace la fuerza!"

"Eso es realmente cierto", dijo él, "pero espere...", yo escuchaba dócilmente... " La unión hace la fuerza, eso es cierto; de hecho, está tan claro como el agua. Pero las cebollas provocan debilidad."
CANTO VI
DESCONCIERTO

Como uno que trata de subir una montaña y nunca antes ha escalado, advierte en breve plazo que esto es cada vez menos sublime, y decide que es un aburrimiento.

Y, sin embargo, habiendo ya empezado a escalar, no se atreve a dejar el desafío, sino que, mientras escala, tiene la mirada puesta en una pequeña cabaña cerca del cielo donde espera descansar.

Al que escala hasta que se le agotan los nervios y las fuerzas, soplando y jadeando, conforme va ascendiendo su lenguaje se le hace más violento y más escasa su respiración.

El que escalando por fin alcanza la cima, corona el camino ascendente y entrando, con paso vacilante, recibe un cachete en la cara que le hace caer hacia atrás.

Y siente, como en sueños, cómo resbala suavemente hacia abajo de nuevo, un peso muerto, de cuesta en cuesta, hasta que, con un ligero movimiento de cabeza, cae sobre el llano...

Del mismo modo yo, que había decidido convencer a un fantasma y discutir con él, me había parecido bastante diferente a cualquier discusión humana; a pesar de eso, no iba a ceder en mi empeño.

Sin embargo, teniendo todavía en mi mente el fin que esperaba alcanzar, procuré demostrar que el asunto era cierto haciendo un axioma con mis conocimientos.

Al empezar todas las frases con "por consiguiente" o "porque", yo ciegamente di vueltas, por cien caminos diferentes, dentro de un laberinto silogístico, sin ser consciente de dónde me encontraba.

Dijo él: "¡Esto es sólo palabrería! ¡No fanfarronee más! ¡Ahora sea bueno y descanse! ¡Nunca he visto un tipo tan ridículo!

Es usted como un hombre al que yo solía ver. Un día se enfadó en una discusión y el mismo acaloramiento quemó las zapatillas que llevaba en los pies!" Yo dije: "¡Qué curioso!"

"Bueno, es curioso, estoy de acuerdo, y quizá parezca una mentirijilla. Pero prometo que es tan cierto como posible..., tan cierto como que usted se llama Tibbs", dijo él. "Yo no me llamo Tibbs", contesté.

"¡No se llama Tibbs!", exclamó... Su voz se hizo una pizca menos cordial... "Bueno, no", dije yo, "mi nombre de pila es Tibbets..." "¿Tibbets?" "Sí, el mismo." "¡Entonces, tú no eres el tipo !"
Al decir esto dio un tremendo golpe a la mesa que hizo añicos la mitad de los vasos "¿Por qué no me has dicho eso tres cuartos de hora antes, príncipe de los asnos?

Andar cuatro millas entre el barro y la lluvia, pasar la noche entre humos y ver que todo ha sido en vano... y que tengo que hacerlo otra vez. ¡Es tan exasperante,"
"¡Cállate!", gritó, cuando yo empecé a darle alguna excusa. "¿Cómo se puede tener paciencia con un tipo que no tiene mayor juicio que un tonto imbécil?"

"¡Dejarme aquí esperando, en lugar de decirme inmediatamente que ésta no era la casa!". dijo. "Bueno, ya está... ¡Vete a la cama! ¡No me mires así, burro,"

"¡Qué fácil es echarme a mi la culpa de ese modo! ¿Por qué no preguntaste mi nombre en el momento de llegar?", contesté yo enfadado.

"Desde luego te preocupa un poco haber llegado tan lejos... Pero, ¿quién soy yo para que me eches la culpa de esto?" "¡Bueno. bueno!", dijo él. "Debo admitir que no ha sido tan malo.
Realmente me has dado el mejor vino y la mejor comida... Perdona mi violencia", dijo. "Pero accidentes como éste, ya sabes, enfadan a uno un poquito.

Después de todo ha sido culpa mía, creo... ¡Dame la mano, viejo nabo!" El nombre que me dio sonó mal en mi mente, pero como, sin duda, él lo decía cariñosamente, lo dejé pasar.

"¡Buenas noches, viejo nabo, buenas noches! Cuando yo me haya ido, quizá te enviarán otro espíritu, de rango inferior, que te causará un miedo constante y estropeará tus sueños más profundos.

Dile que no soportas ni la más leve broma. Luego, si él mira de reojo y se ríe, sé habilidoso con un palo (recuerda que debe ser bastante duro y grueso) y ¡golpéale los nudillos!
Después descuidadamente di: '¡viejo mapache!'
Quizá no te das cuenta de que, si no te comportas, pronto tendrás que cambiar el tono de tu risa... Y, por eso, ¡ten cuidado!

Ésa es la mejor manera de hacer que un espíritu deje esos tejemanejes... Pero, ¡pobre de mí! ¡Se está haciendo de día! ¡Buenas noches, viejo nabo, buenas noches!" Un saludo y se marchó.

CANTO VII
TRISTE RECUERDO

"¿Qué pasa?", medité. "¿Me he dormido? ¿O es que he estado bebiendo?" Pero pronto un sentimiento agradable me invadió, me senté y me puse a llorar durante una hora o así, en un abrir y cerrar de ojos.

"¡Bones no tenía que darse tanta prisa!", dije sollozando. "De hecho, dudo que le mereciera la pena marcharse... Y me gustaría saber ¿quién es Tibbs para merecerse tanto trabajo?
Si Tibbs es como yo es posible ", dije, "que no le guste mucho que pasen por su casa a las tres y media de la madrugada cuando él ya está en la cama.

Y si Bones le atormenta de algún modo..., chillando y con cosas así, como estuvo haciendo aquí hasta ahora... Preveo que va a haber una disputa, y ¡Tibbs será quien lleve razón!"

Además, como mis lágrimas nunca me devolverán al amigable fantasma, me parece lo mas adecuado servirme otro vaso y entonar el siguiente corolario.

"Te has ido, querido fantasma. ¡Mi mejor pariente ¡Di adiós a mi pato asado; adiós, adiós, a mí té con tostadas, a mí pipa y mis cigarros!

Las quejas en la vida son tristes y grises, las alegrías insípidas, cuando tú , mi amigo, estas lejos... ¡Buen chico, o mejor, digamos, viejo Paralelepípedo!"

En lugar de cantar la tercera estrofa, me paré... bastante abruptamente. Pero, tras una letra tan espléndida, sentí que sería absurdo tratar de seguir.

Así, con un bostezo me fui en busca de la grata suavidad, y dormí, y soñé hasta que el día rompió, ¡con duendes, con apariciones y con hadas y con gnomos y fantasmas!

Durante años no he sido visitado por ninguna clase de espíritu. Pero, todavía, resuenan en mi mente esas palabras de despedida, dichas amablemente: "¡viejo nabo, buenas noches!"

Hipocresía Telúrica

A las 6 y 45 del 15 de agosto, la tierra decidió bailar, para susto en infortunio nuestro comprobamos que tenia dos pies izquierdos. El resultado: Pánico general, una ciudad destruida y una ciclópea psicosis colectiva. Ancianas insulsas e ilusos transeúntes, proclamaban a viva voz el fin de los tiempos; otros no más listos, oraban desde lo alto de sus edificios o amparados bajo la seguridad explosiva de sus puertas de vidrio, otros tantos se deshacían en lágrimas, mientras que al no buscar resguardo, clamaban al todopoderoso que aplaque su ira. Ciertamente no sabremos si estas inconscientes personas, que al parecer estiman tan poco su existencia, debieron perecer antes que sus desdichados homólogos del sur.

300 quilos de concreto pueden extinguir una o dos vidas, mas la excitación el pánico e histeria, pudieron segar cientos de miles de haberse encontrado en el lugar indicado, bajo los mismos 300 quilos. Los acontecimientos lo demuestran y es hecho de facto que, de tener la desgracia de ser el próximo epicentro, nuestra Lima, seria víctima de una necesaria reducción demográfica.

Las políticas de seguridad nacional, así como la fiabilidad de las comunicaciones están en jaque, su ineficiencia no requirió de empirismos para ser demostrada, pues fue obscenamente expuesta. Todo fue insuficiente, una vez mas la burocracia, el desorden y la desinformación, fueron combinados diestramente por nuestro Estado, creando la receta perfecta para la muerte de cientos de personas.

Los medios de comunicación, más ágiles que las entidades estatales y con un olfato infalible para la carroña, fueron los primeros en llegar, para informarnos sí, para lucrar, también. En la plaza de Pisco, los reporteros competían con los buitres para ver quien sobrevolaba más tiempo un cadáver.

Mientras en lima los medios, emprendían la hostigante campaña de responsabilidad social, bombardeándonos cada minuto con la tragedia, durante días y noches que parecían nunca acabar y que de hecho, al parecer no han terminado. Lapso de desmesurada empatía y exagerada morbosidad, que acabó por impeler a algunos a avocarse a la sincera solidaridad, a otros a pretender salvar sus almas por unas cuantas viandas y a otros tantos a deshacerse de sus posesiones mas preciadas como zapatos de tacón, ropa interior remendada, perfumes y demás enceres absolutamente adjetivos. A los restantes les creó una reacción adversa, preguntándose, si debían ser parte o no de esta gran hipocresía telúrica.

Lo cierto es que se han perdido vidas y otras tantas se hallan en total desamparo. La ayuda interior fue recibida; así como la exterior, que a pesar del delicado contexto político demostró, en algunos casos verdadera solidaridad, en otros una pseudo-empatía y en los demás un proselitismo bien intencionado. Le aguarda a nuestro Estado y a los afectados un largo y tedioso proceso de restauración; tiempo durante el cual esperaremos que como muchos otros desdichados, en nuestra temporalmente solidaria nación, no sean olvidados.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Todas las cosas moriran!!!

Alfred Tennyson
(1809 - 1892)




Todas las cosas morirán

El río del azul chimes claramente en su fluir
Debajo de mi ojo;Los vientos del sur están soplando con gusto y ampliamente
Sobre el cielo.Las nubes blancas son uno tras otro efímeras;Cada corazón que esta mañana de mayo en joyance está batiendo
Por completo feliz;
Con todo todas las cosas deben morir.
La corriente dejará de fluir;
El viento dejará de soplar;
Las nubes cesarán a la flota;
El corazón dejará de batir;
Por todas las cosas debe morir.
Todas las cosas deben morir.
El resorte nunca vendrá más.
¡O, vanidad!
La muerte espera en la puerta.
¡Ver! nuestros amigos son todos que abandonan
El vino y el merrymaking.
Somos llamada' que d-debemos ir.
Punto bajo puesto, muy bajo,
En la obscuridad debemos mentir.
Los felices glees son inmóviles;
La voz del pájaro
No más serán oídas,
Ni el viento en la colina.
¡O, miseria!
¡Escuchar! la muerte está llamando
Mientras que hablo al ye,
La quijada está cayendo,
La mejilla roja que palidece,
El fallar fuerte de los miembros;
Hielo con mezclarse caliente de la sangre;
El fijar de los globos oculares.
Nueve veces van la campana que pasa:
Felices almas de Ye, adiós.
La vieja tierra
Tenía un nacimiento,
Como todos los hombres saben,
Hace tiempo.
Y la vieja tierra debe morir.
Dejar tan la gama caliente de los vientos,
Y el golpe azul de la onda la orilla;
Para uniforme y la mañana
Ye nunca verá
Eternidad de Thro'.
Todas las cosas fueron llevadas.
Ye nunca vendrá más,
Por todas las cosas debe morir.

Stéphane Mallarmé



Mallarmé, poeta frances, un total maestro de su arte. Definitivamente uno de los mas grandes del siglo XVI, nacido en 1842, en Paris este maestro marco con su obra la cumbre del simbolismo frances, muy influenciado por supuesto de otro grande como es Baudelarie
Disfruten:

ANGUSTIA

Hoy no vengo a vencer tu cuerpo, oh bestia
llena de todos los pecados de un pueblo que te ama,
ni a alzar tormentas tristes en tu impura melena
bajo el tedio incurable que mi labio derrama.

Pido a tu lecho el sueño sin sueños ni tormentos
con que duermes después de tu engaño, extenuada,
tras el telón ignoto de los remordimientos,
tú que, más que los muertos, sabes lo que es la nada.

Porque el Vicio, royendo mi majestad innata,
con su esterilidad como a ti me ha marcado;
pero mientras tu seno sin compasión recata
un corazón que nada turba, yo huyo, deshecho,
pálido, por el lúgubre sudario obsesionado,
¡con terror de morir cuando voy solo al lecho!
Versión de Andrés Holguín



LA TUMBA DE EDGAR POE

Tal como al fin el tiempo lo transforma en sí mismo,
el poeta despierta con su desnuda espada
a su edad que no supo descubrir, espantada,
que la muerte inundaba su extraña voz de abismo.

Vió la hidra del vulgo, con un vil paroxismo,
que en él la antigua lengua nació purificada,
creyendo que él bebía esa magia encantada
en la onda vergonzosa de un oscuro exorcismo.

Si, hostiles alas nubes y al suelo que lo roe,
bajo-relieve suyo no esculpe nuestra mente
para adornar la tumba deslumbrante de Poe,
que, como bloque intacto de un cataclismo oscuro,
este granito al menos detenga eternamente
los negros vuelos que alce el Blasfemo futuro.

Versión de Andrés Holguín

LAS CUATRO ESTACIONES

1. Resurgir
Primavera enfermiza tristemente ha expulsado
Al invierno, estación de arte sereno, lúcido,
Y, en mi ser presidido por la sangre sombría,
La impotencia se estira en un largo bostezo.
Unos blancos crepúsculos se entibian en mi cráneo
Que un cerco férreo ciñe como a una vieja tumba
Y triste, tras un sueño bello y etéreo, vago
Por campos do la inmensa savia se pavonea.

Luego caigo enervado de perfumes arbóreos,
Cavando con mi rostro una fosa a mi sueño,
Mordiendo el suelo cálido donde crecen las lilas
Espero que, al hundirme, mi desgana se alce...
-Mientras, el Azur ríe sobre el seto y despierta
Tanto pájaro en flor que al sol gorgea-.

2. Tristeza de verano

El sol, sobre la arena, luchadora durmiente,
Calienta un baño lánguido en tu pelo de oro
Y, consumiendo incienso sobre tu hostil mejilla,
Con las lágrimas mezcla un brebaje amoroso.
De ese blanco flameo esa inmutable calma
Te ha hecho, triste, decir -oh, mis besos miedosos-:
"¡Nunca seremos una sola momia
Bajo el desierto antiguo y felices palmeras!"
¡Pero tu cabellera es un río tibio,
Donde ahogar sin temblores el alma obsesionante
Y encontrar esa Nada desconocida, tuya!
Yo probaré el afeite llorado por tus párpados,
Por ver si sabe dar al corazón que heriste
La insensibilidad del azur y las piedras.

3. Suspiro

Mi alma hacia tu frente donde sueña
Un otoño alfombrado de pecas, calma hermana,
Y hacia el errante cielo de tus ojos angélicos
Asciende, como en un melancólico parque,
Fiel, un surtidor blanco suspira hacia el azul.
-Hacia el Azur eternecido de octubre puro y pálido
Que mira en los estanques su languidez sin fin
Y deja, sobre el agua muerta do la salvaje
Agonía de las hojas yerra al viento y excava un frío surco,
Arrastrarse al sol gualda de un larguisimo rayo.


4. Invierno
¡El virgen, el vivaz y bello día de hoy
Da un aletazo ebrio va a desgarrarnos este
Lago duro olvidado que persigue debajo de la escarcha
El glaciar transparente de los vuelos no huidos!
Un cisne de otro tiempo se acuerda de que él es
Quien, aun sin esperanza, magnífico se libra
Por no haber cantado la región do vivir
Cuando ha esplendido el tedio del estéril invierno.
Sacudirá su cuello entero esta blanca agonía
Por el espacio impuesto al ave que lo niega,
Mas no el horror del suelo que aprisiona al plumaje.
Fantasma que su puro destello a este lugar asigna,
Se aquieta en el ensueño helado del desprecio
Que entre su exilio inútil viste el Cisne.
Versión de: Aníbal Núñez


SONETO

El de sus puras uñas onix, alto en ofrenda,
La Angustia, es medianoche, levanta, lampadóforo,
Mucho vesperal sueño quemado por el Fénix
Que ninguna recoge ánfora cineraria:
Salón sin nadie en las credencias conca alguna,
Espiral espirada de inanidad sonora,
(El Maestro se ha ido, llanto en la Estigia capta
Con eso solo objeto nobleza de la Nada.)
Mas cerca la ventana vacante al norte, un oro
Agoniza según tal vez rijosa fábula
De ninfa alanceada por llamas de unicornios
Y ella apenas difunta desnuda en el espejo
Que ya en las nulidades que claüsura el marco
Del centellar se fija súbito el septimino.
Versión de Octavio Paz







Sangre de Venus

Sangre de Venus


Labios de acida fresa en pulsaciones de
constante excitación, grito de silencio,
ineluctable soledad, la seda constrictora
fragiliza el císneo cuello y prepara el
blanquísimo marfil para la mordida
inevitable de la bestia.

Tiempo en retroceso, susurros disonantes,
lleno de lenguas celestes relame el viento
crispados muslos y helados senos,
alas macabras y desnudas se proyectan de
las simas a las tejas de pizarra.

El demonio de la peste supone aroma a
uvas muertas, la boca advierte electricos
temblores, sensibles espasmos en el vientre,
labios humedos como las ganas de vivir,
la carne láctea es a la vista irresistible,
como una gota de sangre en la tiniebla.

De innombrable asimetría, Agramón
La fauce artera, se enreda en las cornizas.
Antinaturales movimientos, atonías guturales,
Voracidad descarnada y colmillos asesinos,
tiemblan y babean como agujas en la oscuridad
y el golpe en confusión repite el sonsonete
insoportable de trizados dientes.

Melopéa insoportable, se ahoga el tiempo en la clepsidra,
oníricos tormentos, dardo afilado de recuerdos recorre la
psiquis en ensueño, sedas frías, golpe sordo,
colmillos y letal penetración, sangre de Venus,
sombra saturniana en la noche de plutón,
demencial locura, placer malsano y caricias de
cadáver aman a la bestia cual mortal inquisidor.

Espasmos detenidos, purpúreos labios entreabiertos
contrastan con la dermis lívida, mortaja ensangrentada
y pletóricos vampiros. Sensibles pulsaciones,
diáfanos espejos insondables. Antinatural reanimación,
necromancia en proceso, corazón en silencio,
eléctricos pulsos y odiado retorno. El Obi extiende
un vaso de tristeza, que el difunto no se bebe.

martes, 14 de agosto de 2007

The Silent Circus



The silent circus

Recuerdo el alma dormida,
Cayendo en una oscuridad desmembrada.
La sima desconocida,
La insinuación de una despedida.

Vistiéndose de gallardía;
El alma taciturna,
Pretende distanciarse de la oscuridad verdadera.

La luna, ataviando de luz sus ojos.
Agitándose por cada pensamiento nihilista,
Pretendiese adueñar del alma fortuita.
Descansar en paz,
Sabatizar en paz.

Trago, de una exhalación, todos sus recelos.
Avanzando lentamente, pretendió exagerar su andar.

Alejándose de la oscuridad...

Nadie lo pudo ver,
Nadie lo oyó correr.

Muriendo las estrellas al colapso del alma,
Pretende relegar un acto apresurado.

El silencio le abriga...!!

El silencio del circo.


lunes, 13 de agosto de 2007

Jean-Paul Sartre - El Existencialismo

"El Existencialismo es un ateísmo consecuente; puesto que Dios no existe, no existe la naturaleza humana; el hombre no tiene esencia o naturaleza, es lo que él mismo se ha hecho; en el la existencia precede a la esencia".


“El Existencialismo es Humanismo” Tales son las palabras de Jean Paul Sastre, uno de los últimos genios contemporáneos, perteneciente a aquella legión extinta de pensadores libres y pastores de la humanidad, que en la actualidad afrontamos la extinción con el pecho erguido y sin nostalgias en los ojos, pues nuestro tiempo se ha agotado, y con el, el futuro de la humanidad. Hablar de Sastre no es solo hablar de filosofía, sino de literatura, teatro, de la complejidad de ser un hombre completo dentro de una realidad ilusoria, donde caminamos ciegos en una oscuridad sofocante. Sartre, discipulo de Heidegger y este a su vez de Husserl, reformula y continua el camino del existencialismo propugnado por sus predecesores.

El existencialismo se inicia con Kierkegaard y se consolida con Sastre y pronto se constituye en la principal corriente filosófica del siglo XX, y la más noble, ofendida solo por el pragmatismo y el relativismo filosófico. Se transfigura en uno de los mas radicales movimientos filosóficos de los últimos siglos, pues se enfrenta directamente con las posturas anteriores, es decir, nos encontramos en un enfrentamiento directo con la historia, desde los socráticos, pasando por Platón, Aristóteles, Voltaire, Hegel, Hume, etc., esto solo con la finalidad de hacer énfasis en la magnitud del movimiento existencialista.

El existencialismo propiamente dicho:

Hasta Heidegger, es decir en los albores del pasado siglo y a lo largo de la historia, el hombre era un “Da sein”, un “Ser-ahí”, arrojado al mundo, un ente existente, que es en si mismo hombre por que lo dicta así la esencia, atributo supuestamente incuestionable y natural. Sastre y el Existencialismo nos dicen: El hombre es un “Ser-para-si”, es decir un “proyecto”, la esencia viene luego como un factor adquirido del proceso de ser, todo conocimiento a priori es inadmisible, o en todo caso meramente intuitivo. El hombre es el único ser, por cuanto es conciente, que no es tal como se concibe, sino que se construye, tal como el se quiere, a partir de la existencia. El hombre no es otra cosa, que lo que el se hace, la expresión de la voluntad, inherente y natural, concientisa la existencia y el hombre se hace hombre, no como pluralidad, sino como única entidad. El hombre no es otra cosa que lo que el se hace; debe “hacer-se”. Tal es la prosa de Sartre que constituye el principio primero del existencialismo.

Principales enunciados existencialistas:

1. Tesis fundamental: es un ateísmo consecuente; puesto que Dios no existe, no existe la naturaleza humana; el hombre no tiene esencia o naturaleza, es lo que él mismo se ha hecho; en el la existencia precede a la esencia.

2. El hombre es un proyecto que se vive subjetivamente: lo que mueve a las personas son sus proyectos, su preocupación por la realización de su ser; pero estos proyectos y los ideales involucrados en ellos, no existen previamente a su decisión de realizarlos, no están trazados previamente por un destino, una naturaleza o una tabla de valores objetivos.

3. El hombre es responsable de sí mismo y de todos los hombres: somos responsables de nosotros mismos porque lo que somos depende de lo que hemos querido ser, no de un destino divino, ni de una circunstancia social, ni de una predisposición biológica o natural; pero somos también responsables de los demás porque al elegir unos valores, elegimos una imagen del hombre tal y como debe ser; “nuestra acción compromete a la humanidad entera”.

4. La libertad humana trae consigo los sentimientos de angustia, desamparo y desesperación. Angustia ante el hecho de que es uno mismo el responsable de sí mismo y de los demás; desamparo porque la elección se hace en soledad, no existe una tabla de valores en la que apoyarse, ni ningún signo que nos indique la conducta a seguir, es preciso inventarse la moral; y desesperación porque no es posible un control completo de la realidad en la realización del proyecto, porque siempre hay que contar con factores imprevistos, con la posibilidad de que se truequen nuestras buenas intenciones en malos efectos.

5. Es una doctrina de la acción, contraria al quietismo: para el existencialismo sólo hay realidad en la acción, el hombre existe en la medida en que se realiza, es el conjunto de sus actos y nada más. Este pensamiento tiene dos caras: por un lado es duro para aquellas personas descontentas con lo que son, para los que no han triunfado en la vida; estas personas pueden engañarse diciendo que en realidad el conjunto de sus actos no muestra su auténtica valía, diciendo que hay en ellos capacidades, talentos o disposiciones desaprovechadas, que el mundo les ha impedido dar de sí todo lo que realmente son. Pero, por otro lado, esta doctrina es optimista pues declara que el destino de cada uno de nosotros está en nuestra mano y nos predispone a la acción, a no vivir de sueños, de esperanzas, a dejar de lado nuestra miseria y realizar nuestro proyecto: el héroe no nace héroe, se hace héroe; si se es cobarde es como consecuencia de una decisión, no porque fisiológicamente o socialmente se esté predispuesto para ello; el cobarde se hace cobarde, pero hay siempre para el cobarde una posibilidad de no ser por más tiempo cobarde, como para el héroe la de dejar de ser héroe.

6. Es una doctrina que reivindica la ínter subjetividad: aunque parte del pensar como la verdad indudable, no defiende el aislamiento de la subjetividad, pues considera que sólo en el trato con el otro, en el reconocimiento que el otro hace de nuestro ser, en la presencia de su mirada, sólo así nos hacemos conscientes de nuestro propio ser, de nuestra propia realidad.

7. Frente a la noción de “naturaleza humana” defiende la existencia de la “condición humana”: aunque no existe una esencia común a todos los hombres, Sartre cree que sí se puede hablar de ciertos rasgos formales y universales que permiten la identificación de la humanidad como un todo y el reconocimiento y comprensión del proyecto de cada individuo y de cada cultura; la libertad, la indigencia de la existencia, la sociabilidad, son estructuras antropológicas que desvelan la condición humana.

8. Es una doctrina que permite el compromiso moral y la crítica de la conducta inauténtica: aunque los valores se inventan, no todos tienen el mismo valor, pues algunas elecciones están fundadas en el error y otras en la verdad; la conducta de mala fe, por ejemplo, se basa en el error, en el error de excusarse en las pasiones, en el determinismo, en el destino, o el error de declarar ciertos valores como existentes de modo objetivo e independiente de mi voluntad. La actitud auténtica es la de buena fe, la de aquél que asume la responsabilidad completa de su acción y situación, la de aquél que tiene como lema moral la realización de la libertad propia y ajena.

9. Para el existencialismo el mundo, la vida, no tiene un sentido a priori: declara que Dios no existe, por lo que la vida misma carece de sentido; sólo se puede hablar del sentido que cada uno le da, de los valores que cada uno inventa.

10. El existencialismo es un humanismo: pero no un humanismo que valore a la humanidad por la excelencia de alguno de sus miembros, ni por la supuesta bondad de la humanidad en su conjunto; es un humanismo por declarar que no hay otro legislador que el hombre mismo, por afirmar la libertad y la necesidad de trascender la situación, de superarse a sí mismo, por reivindicar el ámbito de lo humano como el único ámbito al que el hombre pertenece.

martes, 7 de agosto de 2007

Paul Verlaine - Poesía - Vida y Obra


Biografia; Vida y Obra: Paul Verlaine. Genio (1844-1896)


Canción De Otońo

Los largos sollozos de los violines del otońo
hieren mi corazón de una languidez monótona.

Del todo sofocado y, pálido, cuando suena la hora,
me acuerdo de días pasados y lloro;
y me voy con el mal viento, que me lleva de aquí,
de allá, igual que a la hoja muerta.

Mi Sueño

Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrantede una
mujer ignota que adoro y que me adora,que, siendo igual,
es siempre distinta a cada horay que las huellas sigue
de mi existencia errante.

Se vuelve transparente mi corazón sangrantepara ella,
que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora y
lo perdona todo con su sonrisa amante.

¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.

Como el de las estatuas es su mirar de suavey tienen los
acordes de su voz, lenta y grave,un eco de las
voces queridas que se fueron...

Verano

Y la niña respondía desfallecida
bajo la caricia hormigueante
de su jadeante querida:

Me muero, o mi bien amada!
“Yo me muero, tu garganta inflamada
pesada me emborracha y me oprime:

Tu carne fuerte de donde proviene la ebriedad
Está extrañamente perfumada;
Tu carne tiene el encanto sombrío
De la madurez estival,
Ella es ámbar y sombra;

Tu voz truena en las ráfagas,
Y la sangrante cabellera
Huye bruscamente en medio de la noche lenta.

lunes, 6 de agosto de 2007

Cavalleria Rusticana

Cavalleria Rusticana (‘Caballerosidad rústica’ en español) es una ópera del compositor italiano Pietro Mascagni. Fue puesta en escena por primera vez en 1890 y desde esa época es presentada habitualmente junto a la ópera I Pagliacci de Ruggiero Leoncavallo. Está considerada como una de las obras clásicas del verismo.

Consta de un solo acto y tiene una duración aproximada de 80 minutos. La historia se desarrolla en Sicilia a fines del siglo XIX. Corre el domingo de Pascua y Santuzza, una joven de la ciudad, se encuentra contrariada por el comportamiento de su novio Turiddu y sospecha que mantiene una relación amorosa con Lola, quien ahora está casada con Alfio, antiguo novio de Santuzza.

Santuzza pregunta a la madre de Turiddu, Mamma Lucía, pero ella la evade. Es así que Turiddu llega y ella, desesperada, lo enfrenta sacándole en cara su indiferencia y sus amoríos clandestinos. Él la rechaza e incluso golpea, por lo cual Santuzza va y cuenta todo a Alfio, marido de Lola, quien, lleno de indignación, reta a duelo a Turiddu. Este se despide de su madre y parte al campo de honor. Rato después llega una mujer y anuncia que Alfio ha matado a Turiddu.

La sinfonía Intermezzo, pieza clave en la ópera, ha sido usada en series de televisión como Los Sopranos, además de películas como El Padrino y Toro Salvaje. Es en esta última cinta en donde tuve oportunidad de oírla por primera vez y quedé absolutamente fascinado. Debo decir que este Intermezzo es una de las melodías más hermosas que pueda haber escuchado en mi vida y estoy seguro que les gustará.

Ofrezco para descargar tanto Cavalleria Rusticana, como I Pagliacci. Muy recomendables ambas obras por ser clásicos de la ópera mundial. En particular les recomiendo la pista 16 de Cavalleria que corresponde al Intermezzo antes mencionado.


Cavalleria Rusticana - Pietro Mascagni




domingo, 5 de agosto de 2007

La Lectura; Redentora del alma

Con la lectura, se te anudaria la garganta al recordar la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada por cristo y la hoguera encendida de Bruno, te abstraerias en lo infinito leyendo un diálogo de Platón, un ensayo de Montaigne o un discurso de Helvecio; el corazón se te entremeceria pensando en la desigual fortuna de esas pasiones en que fuieste el Romeo de tal Julieta o el Werther de tal Carlota; admirarias la mente preclara de los genios, la magna gesta de los heroes, gustarías de pasear con Dante, reirías con Moliere y temblarias con Shakespeare.

Le temo a la ignorancia, por eso creo que con cada libro que leo me alejo unos milimetros de ella, ya que como decia Marco Aurelio: "Lo que conocemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el oceano de la verdad". "El que no cultiva su mente va derecho a la disgregacion de su personalidad. No desbaratar la propia igorancia es perecer en vida, las tierras fertiles se en enmalezan si no son cultivadas"

José Ingenieros; Escritor y Psicologo italiano

Shoegazing - Descarga

El shoegazing es la corriente musical, dentro del rock, más interesante de los últimos años. Paradójicamente, es una de las más ignoradas por el público debido a su poca difusión comercial. Sería bueno que abriésemos nuestros oídos y le demos cabida a este magnífico género. Habría que recordar que el punk, el grunge, el metal y el mismísimo rock nacieron de esta manera, alejados del ‘mainstream’ y con mucha personalidad propia.

Y para revivir los noventa, década en la cual muchos de nosotros aún éramos fieles al casete, les dejo un material bastante interesante del género en cuestión. El lado A incluye temas indiscutibles e indispensables para quien guste de este estilo. El lado B agrupa temas afines de bandas que influenciaron o se dejaron influir por el shoegazing y que, si bien no pertenecen al género, presentan puntos en común.

Las imágenes sirven de enlace para la descarga. Disfrútenlo.

viernes, 3 de agosto de 2007

A la Música

Me encuentro sentado, solo como el roble en medio del bosque medrado, consternado ante la implacable inmensidad y realidad terribles del tiempo y espacio al que alguna malvada deidad me ha confinado en esta vida. Sin más compañía que una luz mortecina y mi aguda sombra en la pared, comienza inexorablemente el silencio absoluto, y el silencio es contacto interior, y es música muda y es melodía mental, es una espada ardiendo que toca el violín y es un piano que suena al compás de la lluvia.

El prefacio ha terminado y el silencio pronto ascenderá hacia cimas celestiales. Concluido el breve ritual me dispongo con la solemnidad de un cardenal a dar inicio a la liturgia del alma. Ya todo esta listo. Mente y espíritu al unísono claman el bálsamo divino. Dos movimientos, desenfundar el disco y tocarlo en la consola y maravillosamente eso es todo, y admiro ahí la simpleza de la vida.

En un instante el segundo movimiento de La Sinfonía de Júpiter me recorre el alma como un río, y fluye y es fuerte como el agua, la montaña y la tormenta y es deleite universal, trascendental, glorioso y tan correcto como amar. Beethoven; la Novena sinfonía, la Sonata de la luna, Liszt; Faust y Les préludes , las Nocturnas de Chopin, Ophelia de Brahms, y el Réquiem de Händel y Mozart. Wagner, Verdi y Bach, son la trinidad suprema a través del cielo y el infierno, inquebrantables, ineluctables ases de luz perpetuos, notas primordiales y prístinos arcángeles guardianes del umbral al Eliseo.

Arias, sonatas, cantatas, cuartetos, corales y silencios, construyen la arquitectura de la bóveda celeste. La abstracción es profunda y el éxtasis definitivo, melodías escritas por ángeles y demonios en un instante revelan la verdad universal. Y mientras llega a su final la “Oda a la alegría”, mi sombra y yo, dejamos de estar solos para estar completos, en compañía de la clave de sol.

Alphonse de Lamartine



Alphonse de Lamartine
(1790 - 1868)

“A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.”

Fue el primero que convirtió en poesía su experiencia personal. Demostrando su gran dedicación ala poesía en uno de sus más grandes obras Meditaciones poéticas celebra el amor por una dama casada y llora la muerte de esta. Le siguen la muerte de Sócrates y armonías y religiosas, que le proporcionaron el éxito y la admiración del publico.
Con la caída de un ángel, extensa epopeya de 15.000 versos, su popularidad comenzó a decaer y se inicio una etapa de descrédito personal, acrecentando por el fracaso de sus aspiraciones políticas.

Acuciado por las deudas y dedicado a trabajos inferiores, como el de prosificar su propia poesía, Lamartine, lamentablemente, paso los últimos años de su vida olvidado de todos.
Sin lugar a dudas, Lamartine se destaco entre muchos con obras de armoniosa expresión, detallando en cada párrafo lo que pocos insinuarían.

A continuación, les invito a sumergirse en algunas obras de su mayor relevancia.


AISLAMIENTO


A menudo en el monte, bajo algún viejo roble,
viendo el sol que se pone tristemente me siento;
dejo que todo el llano mis miradas abarquen,
el cambiante paisaje que se extiende a mis pies.

Aquí el río con olas espumosas murmura,
serpentea y se pierde en oscuros confines;
allí inmóvil el lago es un agua dormida,
con la estrella de Venus adornando su azul.

En la cima, que bosques muy sombríos coronan,
el crepúsculo pone su fulgor postrimero;
y el brumoso carruaje que conduce las sombras
emblanquece, elevándose todo el amplio horizonte.

De la gótica flecha surge entonces un son
religioso que invade todo el aire;
el viajerose detiene y escucha la campana que mezcla
los últimos ruidos de aquel día su canto.

Pero halagos así no conmueven mi alma,
que parece insensible, incapaz de emoción;
y contemplo la tierra como un vago fantasma:
no calienta a los muertos este sol de los vivos.

De colina en colina pongo en vano mis ojos,
desde el norte hasta el sur, de la aurora al poniente,
y me digo: «No existe ni un lugar en el mundo
donde pueda pensar que me espera la dicha».

¿Qué me importan los valles, los palacios, las chozas?
Sus encantos son vanos, para mí nada cuentan.
Ríos, montes y bosques, soledades amadas,
sólo un ser está ausente y todo es un desierto.

Miraré indiferente los caminos del sol,
qué más da si en su inicio o en su parte final;
si se pone o si nace entre nubes o azul,
¿a mí el sol qué me importa? Nada espero del día.

Si pudiera seguirle en su larga carrera
por doquier yo vería el vacío y el páramo.
Nada quiero de todo lo que el sol ilumina,
nada quiero tener del inmenso universo.

Mas tal vez más allá de su curva celeste,
donde el sol verdadero otros cielos alumbra,
si pudiera dejar mis despojos aquí
lo que tanto he soñado se mostrara a mis ojos.

Allí me embriagaría en la fuente deseada
y volviera a encontrar esperanza y amor,
ese bien ideal al que aspiran las almas
y que no tienen nombre aquí abajo en la tierra.

¡Si pudiera en el carro de la Aurora elevarme
vago fin de mis ansias, en el cielo hasta ti!
¿Por qué aún sigo atado a esta tierra de exilio?
Entre la tierra y yo nada existe en común.

Cuando la hoja del bosque cae sobre los prados,
cuando el viento nocturno la arrebata a los valles,
yo quisiera también ser esa hoja caída:
¡Arrastradme como ella, aquilones, borrascas!

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