lunes, 30 de julio de 2007

Ingmar Bergman 1918 - 2007


Uno de los más notables directores de cine y teatro de la historia se fue de este mundo el día de hoy: Ingmar Bergman. Prodigioso, innovador, perfeccionista, nació en Uppsala, Suecia en 1918.

Desde chico vivió un mundo repleto de fantasías, un arma que lo ayudó a escapar de ese entorno de represión dentro del cual fue criado. Estudió Arte y Literatura en la Universidad de Estocolmo, pero pronto volcó su interés en las tablas y posteriormente al cine. Poco a poco fue creando ese estilo que le hizo destacar por sobre muchos otros y le otorgaron el reconocimiento debido.

No hace falta ahondar demasiado en describir su genialidad, que ha quedado marcada en obras maestras de la pantalla grande: El séptimo sello, Persona, Fresas salvajes, Fanny y Alexander, El silencio, Gritos y susurros, entre muchas otras, películas imprescindibles para los cinéfilos y que nos muestran esa preocupación existencial que aqueja al hombre, el traspaso de los límites del pensamiento y el sentimiento y que con magistral calidad nos invitó a un paseo casi filosófico de lo que es la vida desde sus mayores problemas, hasta sus aspectos más mundanos.

Trabajó también en películas exclusivamente hechas para la televisión, y se retiró a vivir a la isla de Farö, donde realizó muchos trabajos. Es también esta actitud de soledad la que se refleja en sus filmes, la vulnerabilidad de la persona, su psicología, el a veces mal llamado mundo interior que no es más que el reflejo de todo lo que absorbemos por nuestras experiencias, la intuición y ese laberinto en el cual nos sumergimos por el simple hecho de existir.

Vencido ya su antiguo temor a la muerte, Bergman nos dejó, con una muerte apacible mientras dormía. Como el mismo dijo: ‘La muerte es un arreglo muy, muy acertado. Como una vela que se apaga. No hay mucho sobre que discutir.’

Desde aquí nuestro humilde homenaje a un grande. Descanse en paz.

1 comentario:

Renzo Rodríguez Toro dijo...

Como el mismo escribiera en "Persona", "Es preferible el silencio, a una vida llena de insoportables gestos hipocritas", el silencio es la instrospeccion del alma y la paz; la muerte es eternamente silenciosa...