lunes, 18 de junio de 2007

Franz Liszt - Liebestraume




Franz Liszt

Liszt, Franz (1811-1886):
Otro gran compositor, es sin lugar a dudas el pianista Franz Liszt, a continuación algunos datos de su vida, y su memorable trascendencia musical.
Pianista y compositor de origen húngaro. Fue el precursor del recital para piano y, a través de sus numerosos discípulos, el pianista más influyente del siglo XIX.
Nació el 22 de octubre de 1811 en la localidad de Raiding, cerca de Sopron.

Comenzó a estudiar piano con su padre. En 1823 marchó a París, ciudad donde pronto se dio a conocer como pianista.
Su estancia en París, le permitió conocer a numerosas personalidades de la cultura, desde compositores como Hector Berlioz y Frédéric Chopin a novelistas y poetas como Victor Hugo, Alphonse de Lamartine, el alemán Heinrich Heine y el panfletista liberal Félicité Lamennais.
Este contacto con tan singulares figuras de la musica y la literatura, influyó de forma decisiva en su carrera, siendo una de las tantas influencias trascendenres para Liszt; los conciertos que ofrecía el virtuoso violinista Niccolò Paganini en París a principios de 1831, en donde despertaron el deseo de conseguir con el piano una técnica similar a la que había conseguido Paganini con el violín.


Desde 1848 a 1861 fue director musical en la corte ducal de Weimar, donde interpretó obras compuestas por Berlioz, Wagner y otros compositores, así como las suyas propias. En 1861 abandonó Weimar para irse a vivir durante 10 años a Roma, donde estudió teología y recibió las órdenes menores.
Murió en Bayreut, Alemania, el 31 de julio de 1886, durante el Festival Wagner que allí se celebraba.


Liszt fue una de las personalidades más importantes de su tiempo.
Compuso unas 350 obras y escribió o colaboró en ocho volúmenes en prosa, sin contar su correspondencia. Además realizó más de 200 paráfrasis y transcripciones de otros compositores para piano.


Fue uno de los innovadores de la armonía en el siglo XIX, sobre todo con el uso de complicados acordes cromáticos. También investigó nuevos procedimientos musicales con su técnica de variaciones temáticas, como se pude apreciar en la Sonata en si menor (1853); las sencillas notas del comienzo se van transformando para dotar a la obra del material temático necesario, comvirtiendolo asi en una sonata de apreciada armonía.


Entre sus composiciones para piano, se denota el gran requerimiento que liszt le brindaba; comvirtiendo este en una técnica difícil y revolucionaria que otorgó al instrumento un color y sonoridades completamente nuevas.

Obras en piano
Entre sus obras pianísticas destacan los doce Estudios de ejecución trascendental (1851), las veinte Rapsodias húngaras (1846-1885; nº 20 sin publicar), los Seis estudios sobre un tema de Paganini (1851), el Concierto nº 1 en mi bemol mayor (1849; revisado en 1853), el Concierto nº 2 en la mayor (1848; revisado en 1856-1861), y las piezas que forman los tres volúmenes de Años de peregrinación (1855, 1858, 1877).


Algunas de estas últimas anticipan el impresionismo del compositor francés Claude Debussy con su representación de escenas naturales. Las obras orquestales incluyen, aparte de las sinfonías Fausto y Dante (ambas de 1857), trece poemas sinfónicos, género que inventó Berlioz y que Liszt bautizó con ese nombre; Les préludes (1854), el más conocido, se basa en un poema de Lamartine.
Es de importante mención, que a pesar que no se conoce el número exacto de obras, su originalidad está fuera de toda duda. La armonía y forma que empleó en sus últimos trabajos anticiparon la música de algunos compositores del siglo XX, como el austríaco Arnold Schönberg (en la atonalidad de obras como la Bagatela sin tonalidad) y el húngaro Béla Bartók con sus primeras obras nacionalistas.



Como acabamos de comentar, son muchas las obras de este magínifico compositor, y todas ellas de una gran calidad. Sin embargo, si tuvieramos que elegir, cabria destacar las siguientes:


Preludio y fuga para órgano sobre el nombre de Bach.

Bach fue una gran fuente de inspiración para Listz, y como homenaje a este gran compositor, Listz nos legó este magistral trabajo. La utilización de las propiedades del organo en este tema son increibles. Ya desde un principio nos envuelve en una atmósfera muy lugrube inundada por una gran inquietud sin dejar a continuación que este estado decaiga durante todo el transcurso de la composición. Más de diez minutos de autentica genialidad.


Rapsodia húngara nº2.

Todas sus rapsodias merecerían figurar en esta lista, sin embargo, esta sea posiblemente una de las más representativas. Rápidamente nos introduce en un mundo irreal en el que sin descanso se suceden pasages de gran viveza seguidos por otros mucho más profundos y relajados siempre sin perder ese rasgo de alegria y vida que recorre toda la obra. Muy recomendable.


Rapsodia húngara nº5.

Al igual que la anterior se trata de una obra de gran calidad artística. Se trata en este caso de una composicion mucho más oscura que la anterior. Tras una primera parte en la que parece que la muerte se pasea entre nosotros, pasamos a una parte final en la que la melancolia inunda la composición de forma sobrecogedora. Una obra indispensable para almas que vagan en pena.


Concierto para piano y orquesta nº1.

Composición trepidante. Tras un inicio de lo más amenazante, pasajes cada vez más vivos se suceden para concluir de nuevo con un final apoteosico. Quizás no se encuentra a la altura de otras composiciones pero merece la pena.


Sueño de amor nº1 .
Amor supremo. Completamente distinta a las anteriores. Ideal para corazones románticos.
A continuacion; Arthur Rubinstein - Liebestraume (sueño de amor)


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