Qué mejor forma de iniciar la sección de cine con una breve reseña de Stanley Kubrick, uno de los más insignes directores de la historia y, a mi parecer, el mejor y más innovador. No me dedicaré a escribir una biografía que pueda encontrarse en cualquier otro portal. En vez de eso, ofreceré una visión muy personal de su impacto artístico y posterior legado.
Recuerdo claramente que la primera de sus películas que pude ver fue la maravillosamente perturbadora obra llamada “El Resplandor”. Una película enfermiza como todas las de Kubrick, con una trama alejada del libro en el que se basó, una calidad técnica envidiable y actuaciones descollantes como la de Jack Nicholson en el papel del atormentado Jack Torrance.
“Darling. Light, of my life. I'm not gonna hurt you. You didn't let me finish my sentence. I said, I'm not gonna hurt you. I'm just gonna bash your brains in. I'm gonna bash them right the fuck in. Ha ha ha ha!”
Sin embargo, fue a los 14 años que recibí la mayor dosis de desequilibrio por parte del realizador, cuando un primo me cedió un casete VHS y me dijo que debía verlo pues era del mismo director de “El Resplandor”. Obedecí y me decidí a verla aquella noche en vez de inmiscuirme en los peligrosos lares de las ecuaciones con trinomios de segundo grado. Se trataba de “La naranja mecánica”. Recuerdo que fueron tres horas en las que mis sentidos llegaron al clímax y mis emociones a su punto álgido, experiencia que no he vuelto a repetir con ninguna otra película. Una trama contundente, efectos visuales prodigiosos, actuaciones destacadas y música fascinante la convirtieron en el filme más impresionante que haya podido ver en mi aún corta existencia.
“There was me, that is Alex, and my three droogs, that is Pete, Georgie, and Dim, and we sat in the Korova Milkbar trying to make up our rassoodocks what to do with the evening. The Korova milkbar sold milk-plus, milk plus vellocet or synthemesc or drencrom, which is what we were drinking. This would sharpen you up and make you ready for a bit of the old ultra-violence.”
Me habría gustado verla después de cualquier otra película de Kubrick. Simplemente por un capricho de mi parte. Pero desde aquella ocasión, se hacen innumerables las veces en las que la he vuelto a repetir.
Posteriormente tuve el deleite de apreciar cada una de sus cintas: “2001: Una odisea del espacio”, otra increíble combinación de depurado modo y profundidad filosófica; “Dr. Strangelove…” comedia política tan desquiciada como su traducción al español (“Teléfono rojo. ¿Volamos hacia Moscú?”); “Full Metal Jacket” y su peculiar mirada a la guerra; “Casta de malditos”, “Espartaco”, “Lolita”, “Barry Lyndon” y la última de todas, “Ojos bien cerrados”. Sus películas no son muchas en comparación a otros realizadores, cada uno de sus proyectos estaba separado por un largo proceso de preparación, que nos habla del profesionalismo y calidad ostensibles en cada trabajo.
Kubrick no fue un director de género. Filmó comedias, dramas, películas bélicas, épicas, de terror, ciencia ficción; pero a todas supo impregnarlas con simbolismo, intelectualidad y una perfección técnica pocas veces vistas. Representa una gran influencia para otros cineastas que como él, se atreven a renovar las pautas y no descuidan la armonía forma-fondo tan imprescindible en el cine de hoy y de siempre. Es por esto y por muchas otras razones muy particulares, que lo considero un enorme ícono de la cinematografía mundial y cuya trascendencia aún se deja sentir.
Recuerdo claramente que la primera de sus películas que pude ver fue la maravillosamente perturbadora obra llamada “El Resplandor”. Una película enfermiza como todas las de Kubrick, con una trama alejada del libro en el que se basó, una calidad técnica envidiable y actuaciones descollantes como la de Jack Nicholson en el papel del atormentado Jack Torrance.
“Darling. Light, of my life. I'm not gonna hurt you. You didn't let me finish my sentence. I said, I'm not gonna hurt you. I'm just gonna bash your brains in. I'm gonna bash them right the fuck in. Ha ha ha ha!”
Sin embargo, fue a los 14 años que recibí la mayor dosis de desequilibrio por parte del realizador, cuando un primo me cedió un casete VHS y me dijo que debía verlo pues era del mismo director de “El Resplandor”. Obedecí y me decidí a verla aquella noche en vez de inmiscuirme en los peligrosos lares de las ecuaciones con trinomios de segundo grado. Se trataba de “La naranja mecánica”. Recuerdo que fueron tres horas en las que mis sentidos llegaron al clímax y mis emociones a su punto álgido, experiencia que no he vuelto a repetir con ninguna otra película. Una trama contundente, efectos visuales prodigiosos, actuaciones destacadas y música fascinante la convirtieron en el filme más impresionante que haya podido ver en mi aún corta existencia.
“There was me, that is Alex, and my three droogs, that is Pete, Georgie, and Dim, and we sat in the Korova Milkbar trying to make up our rassoodocks what to do with the evening. The Korova milkbar sold milk-plus, milk plus vellocet or synthemesc or drencrom, which is what we were drinking. This would sharpen you up and make you ready for a bit of the old ultra-violence.”
Me habría gustado verla después de cualquier otra película de Kubrick. Simplemente por un capricho de mi parte. Pero desde aquella ocasión, se hacen innumerables las veces en las que la he vuelto a repetir.
Posteriormente tuve el deleite de apreciar cada una de sus cintas: “2001: Una odisea del espacio”, otra increíble combinación de depurado modo y profundidad filosófica; “Dr. Strangelove…” comedia política tan desquiciada como su traducción al español (“Teléfono rojo. ¿Volamos hacia Moscú?”); “Full Metal Jacket” y su peculiar mirada a la guerra; “Casta de malditos”, “Espartaco”, “Lolita”, “Barry Lyndon” y la última de todas, “Ojos bien cerrados”. Sus películas no son muchas en comparación a otros realizadores, cada uno de sus proyectos estaba separado por un largo proceso de preparación, que nos habla del profesionalismo y calidad ostensibles en cada trabajo.
Kubrick no fue un director de género. Filmó comedias, dramas, películas bélicas, épicas, de terror, ciencia ficción; pero a todas supo impregnarlas con simbolismo, intelectualidad y una perfección técnica pocas veces vistas. Representa una gran influencia para otros cineastas que como él, se atreven a renovar las pautas y no descuidan la armonía forma-fondo tan imprescindible en el cine de hoy y de siempre. Es por esto y por muchas otras razones muy particulares, que lo considero un enorme ícono de la cinematografía mundial y cuya trascendencia aún se deja sentir.
5 comentarios:
Buen comentario. El sentido perfeccionista de Kubrick se ve en cada escena de sus filmes.Es el espectáculo en toda su dimensión.
Nada le resta que sea uno de los mejores directores del cine contemporáneo, sin embargo, en lo que si discrepo contigo es en el cuidado de los fondos.
Por ejemplo, La Naranja Mecánica a veces me parece que está algo sobredimensionada por la crítica. Creo que Kubrick de algún modo se dejó seducir por ese lado comercial que todo artista tiene y es donde toma distancias con el libro de Burgess. "Alex y Los drugos" son el prototipo del antihéroe moderno del que algunas veces se ha hablado en clase. Pero Kubrick les da un "valor agregado" que con el tiempo resultó muy peligroso. Es que Alex encarna la lucha contra un sistema que se protege secuestrando tu voluntad. Alex no fue un revolucionario que dijo no hay que comprar nada, ni consumir la publicidad sexista, ni comprar ropa nueva, ni estar a la moda, ni siquiera plantea derrocar a la monarquía.
Alex era un asesino y violador, absolutamente esclavo de sus sentidos. La pelicula (al igual que el libro) no menciona que en realidad Alex nunca fue libre y al final de cuentas sólo cambió de celda, sólo que en la última los demás si puedieron ser libres de sus fechorías.
Hoy es 14 de junio del 2007. Te hago una propuesta míra la pelicula la última semana de clases cuando estés en el décimo ciclo y me cuentas que opinas. Espero que no lo olvides, faltan cuatro años y seis meses. Además guarda esta entrega para que compares las dos opiniones. Un saludo y felicitaciones por el blog. esta interesante
De verdad nos fue muy grato recibir su comentario. Bueno, respecto a su opinión, está claro que lo que nos muestra Kubrick en la película es una suerte de villano que para muchos podría significar un ejemplo a seguir.
A mi parecer, el cine no tiene por qué ser moralmente correcto para poseer calidad. Depende de cada persona en la forma que lo interprete y la madurez con que la aprecie.
Es cierto que se aleja en muchos puntos del libro de Burgess y que cae en cierto sentido comercial, pero en mi opinión, no le resta calidad en lo absoluto.
De todas maneras la propuesta está en pie y veré la película en la fecha prometida.
Sinceramente un placer recibir su comentario y esperamos nos vuelva a visitar.
Saludos.
Recuerdo al primera vez que vi la naranja mecanica fué a también a los 14 años, por supuesto qué en esa epoca tenia la edad mental de uno de 12 o 10 años, a pesar de eso no pude evitar sentirme atraido por la ultraviolencia que se presentaba y la temática que en un principio no entendia, Ya luego cuando empeze a leer mas me di cuenta que esta pelicula, tanto como el libro son criticas a lo que es el condicionamiento como tratamiento y como medio de dominacion social, completamente de acuerdo con juan carlos de que el cine no tiene porque presentar personajes o mensajes moralmente correctos, depende tanto como uno lo quiera interpretar o disfrutar, sin embargo hubiera sido tan interesante ver una versión fiel al libro con los éstilos y formas las cuales kubrick plasma en sus obras, un sueño en verdad discutible, muchas veces me han reprochado que seria como el chocar de dos diferentes formas de expresar, no se ustedes pero yo obvio estas críticas y sigo soñando.
Saludos
Un punto preciso quisiera agregar, si kubrick no le fue totalmente fiel al libro, pues se debio al hecho de que el habia leido la version americana del mismo, donde debio de haber maldecido a mas de un editor norteamericano, pues en estas ediciones, se omitian pasajes importantes, como partes del final y la pseudarecuperacion de Alex. Y es cierto Alex no es ningun tipo de revolucionario, pero es la prueba del alcanze de los tentaculos del sistema, y tambien de que el sistema es falible, la no recuperacion de Alex y el fallido tratamiento Ludovico asi lo demuestran en el film. Mas que la imagen de Anti-heroe que pueda significar Alex, creo yo que se olvida simpre otro mensaje importante, el que se nos presenta desde el inicio de la cinta, desde la relacion con el director de su escuela, hasta la falsa recuperacion, que es el que pone en claro que el sistema es falible y por lo tanto puede caer, nos los demuestran en la cinta, desde la fallida educacion de Alex hasta su propio final. Me parece tambien un punto importante a hacer incapie.
Bueno hace 1 mes si no m equivoco he visto la película La naranja mecánica; cuando me comentaste un poco su trama me intereso y te dije q me la prestaras. Sinceramente para mí fue una experiencia totalmente nueva porque antes yo estaba acostumbrada en ver películas de otros géneros. Cuando la comencé a ver con sinceridad no la comprendía, ya luego en el trascurso de la película poco a poco fui comprendiendo . Sobretodo lo que me impacto más en la película fue su música, en donde el director según mi punto de vista supo combinar muy bien cada escena con la música, lo cual provocaba que el espectador pueda sentirse mucho más vinculado y a la vez quedar totalmente satisfecho al ver la pelicula.
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